La vida no es fácil. Intentamos conseguir nuestros objetivos,
queremos ser felices, queremos llegar a conseguir grandes cosas o simplemente
queremos conseguir un trabajo, una casa, una pareja… pero nadie dijo que la
vida fuera justa y muchas veces nos encontramos con dificultades que nos hacen
sentirnos tristes y que nos desmotivan.
Cuando esto nos pasa, puede
llegar un momento en que tengamos ganas de llorar, que la tristeza nos inunde o
que nos enfademos o sintamos ansiedad. Además nuestro cuerpo acompaña estos
sentimientos: nos sentimos cansados, perdemos el apetito, tenemos problemas
para dormir, notamos una presión en el pecho…
Y por supuesto nuestros pensamientos se tiñen de gris que hace que todo
nuestro alrededor lo veamos como negativo, que nos desvaloricemos, que veamos
el mundo como un lugar hostil que no nos deja vivir y el futuro como un
callejón sin salida.
En este momento entramos en una inercia que nos domina: no
tenemos ganas de hacer nada y nuestras actividades se reducen. Dejamos de
salir, de hacer las cosas que nos gustan porque nos sentimos mal y ya no las
disfrutamos. Dejamos de ver a nuestros amigos, no queremos estar con nadie,
nadie nos entiende, así que ¿para qué? Esto se va extendiendo e incluso puede
llegar un momento en que dejemos de lado nuestras obligaciones: el trabajo, los
hijos… I esta inercia se va extendiendo a toda nuestra vida y no sabemos cómo
salir de ahí.
Cuando te sientes así es muy probable que estés sufriendo una
depresión. Este trastorno es una de los problemas emocionales más comunes. El
riesgo a lo largo de la vida de sufrir una depresión es de un 10% para los
hombres y de casi un 25% para las mujeres.
La depresión entra en la vida de
una persona invadiendo todas las áreas de su vida y es una de los trastornos
que más sufrimiento provoca tanto a la persona que tiene depresión como a
quienes conviven con ella.
(Vídeo donde se explica de forma muy clara y fácil de entender cómo es una depresión)
Para este trastorno, muchas veces
los médicos y psiquiatras recetan medicación, pero actualmente se ha visto que
no hay ninguna evidencia de que esta sea más efectiva que los tratamientos
psicológicos.
Así que si sufres estos síntomas o
tienes a alguien cerca con estas características, acude a un psicólogo.
¿Cómo superar la tristeza?
Estar tristes no significa que tengamos que padecer una depresión. La tristeza es una emoción básicia de los seres humanos y es normal sentirla y además como todas las emociones no es permanente. Pero si quieres aumentar tu estado de ánimo ten en cuenta: Existe una relación directa entre
el número de actividades agradables que realizamos y la calidad de nuestro
estado de ánimo. Esto es tan evidente como para notar los efectos día a día,
solo tenemos que pensar ¿Cuándo estamos
más contentos durante la semana? Los fines de semana. Cuando dedicamos tiempo a
hacer deporte, estar con los amigos, leer, el cine, salir…todo esto provoca que
nuestro estado de ánimo sea alto. Por esta razón es importantísimo que cuando
estemos más tristes no dejemos de hacer las actividades que nos gustan, aunque
pensemos que no las vamos a disfrutar o
no las disfrutemos como antes. No tenemos que parar de hacer lo que nos
gusta. Esta sería la ecuación:
- actividades
agradables = estado de ánimo más bajo
+ actividades
agradables = estado de ánimo más alto
Tan fácil y simple como eso. Así que si quieres ser
más feliz y sentirme mejor con tu vida rodéate de la gente que te quiere y
encuentra actividades que te gusten, no hace falta que sean cosas
grandes o caras: pasear al perro, ir un rato a la playa o quedar con los amigos
y reírse un buen rato son las mejorares inyecciones de buen humor y felicidad.
¡Feliz Viernes!
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