Anorexia, bulimia. Estas palabras
asustan. Asustan a padres, profesores, amigos, familiares… porque una persona
que padece un trastorno alimentario sufre de un problema grave. Y no solo lo sufre ella, si no todo su ámbito personal.
Inexplicablemente deja de comer, empieza a hacer ejercicio compulsivamente, a vomitar, a darse atracones de comida... y no solo de comida tenemos que hablar: siente ansiedad, tristeza, ira, se aísla socialmente, entre otras muchas cosas.
Actualmente se esta empezando a demostrar que el padecer un trastorno alimentario es solo la punta del iceberg, es decir, la consecuencia de otros problemas emocionales que han llevado a la persona a intentar controlar su vida a través de intentar alcanzar el ideal de belleza actual y de controlar lo que come, como forma de controlar sus angustias.
Inexplicablemente deja de comer, empieza a hacer ejercicio compulsivamente, a vomitar, a darse atracones de comida... y no solo de comida tenemos que hablar: siente ansiedad, tristeza, ira, se aísla socialmente, entre otras muchas cosas.
Actualmente se esta empezando a demostrar que el padecer un trastorno alimentario es solo la punta del iceberg, es decir, la consecuencia de otros problemas emocionales que han llevado a la persona a intentar controlar su vida a través de intentar alcanzar el ideal de belleza actual y de controlar lo que come, como forma de controlar sus angustias.
Pasar por un trastorno alimentario es muy duro, es un problema que te
absorbe, te consume y te atrapa de tal forma que para salir de él se necesita
un proceso largo y mucha ayuda profesional.
Una persona con un trastorno alimentario padece un problema psicológico
que puede derivar en muchos problemas físicos, por lo tanto no es algo a
tomarse a la ligera, así que tendremos que empezar por saber que son realmente
estos trastornos.
¿Qué es la anorexia?
La anorexia es un TCA que se manifiesta como un deseo irrefrenable de
estar delgado, acompañado de la práctica voluntaria de procedimientos para
conseguirlo: dieta restrictiva estricta y conductas purgativas como:
vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, uso de diuréticos, etc.
Las personas afectadas presentan
un intenso temor a llegar a ser obesas; distorsión de la imagen corporal;
preocupación extrema por la dieta, la figura y el peso; conductas de evitación
hacia la comida con acciones compensatorias (hiperactividad física desmesurada,
conductas de purga, etc.).
No suelen tener conciencia de
enfermedad ni del riesgo que corren con su conducta (hay que tener en cuenta
que una persona que sufre anorexia tiene 18 veces más posibilidades de morir
que una que no la sufre).
Este trastorno causa estados
nutricionales carenciales que pueden comportar riesgos vitales como: Arritmias,
hipertensión, ovarios poliquísticos, gastritis crónica, úlcera gastroduodenal,
anemia e incluso la muerte por desnutrición. (Fuente. Guía de Práctica Clínica sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria, Ministerio de Sanidad y Consumo)
Lo más inexplicable para los
familiares o los conocidos de personas que padecen Anorexia es entender cómo
una persona puede dejar de comer hasta casi la muerte y no llegar a ver que
está muy delgada y que tiene un problema.
En cuanto a la distorsión de la imagen corporal,
todos tenemos una imagen nuestra en nuestra mente y funcionamos con ella, por
tanto no somos objetivos. Cuando nos miramos a un espejo no vemos con
objetividad como son nuestras piernas o nuestra cintura. Si tenemos el
pensamiento de que está demasiado gordo o demasiado delgado, es muy difícil
llegar a verlo de forma real. Esto nos
ocurre a todos, puesto que todos tenemos complejos. A todo el mundo hay alguna parte de su cuerpo que no le gusta y tiene
una visión en su mente mucho peor de lo que en realidad es y de lo que los otros
perciben.
Así que la distorsión de la imagen corporal que sufre una persona con anorexia se podría explicar así, aunque en su caso se llevaría al extremo. Por mucho que los demás les digan que están demasiado delgadas, en su mente no lo van a ver. Este es uno de los aspectos más difíciles de abordar y cambiar en terapia, junto con la no conciencia de enfermedad. Cuando una persona está dominada por la enfermedad, no se da cuenta de que tiene un problema, piensa que ha hecho una elección y que los demás no la entienden.
Así que la distorsión de la imagen corporal que sufre una persona con anorexia se podría explicar así, aunque en su caso se llevaría al extremo. Por mucho que los demás les digan que están demasiado delgadas, en su mente no lo van a ver. Este es uno de los aspectos más difíciles de abordar y cambiar en terapia, junto con la no conciencia de enfermedad. Cuando una persona está dominada por la enfermedad, no se da cuenta de que tiene un problema, piensa que ha hecho una elección y que los demás no la entienden.
¿Qué es la bulimia?
La bulimia se caracteriza por episodios de atracones (ingesta voraz e
incontrolada), en los cuales se ingiere una gran cantidad de alimento en poco
espacio de tiempo y generalmente en secreto. Las personas afectadas intentan
compensar los efectos de esta sobreingesta mediante vómitos y otras maniobras
de purga (abuso de laxantes, diuréticos, etc.) e hiperactividad física.
Muestran preocupación enfermiza por el peso y la figura.
En la bulimia no se producen
necesariamente alteraciones en el peso, se puede presentar un peso normal, bajo
o sobrepeso debido a que no mantienen una dieta hipocalórica estricta como en
la anorexia.
La bulimia suele ser un trastorno
oculto, ya que fácilmente pasa desapercibido. Se vive con sentimientos de
vergüenza y culpa. (Fuente. Guía de Práctica Clínica sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria, Ministerio de Sanidad y Consumo)
No solo existen estos dos
TCA, también se consideran trastornos de la alimentación el trastorno por
atracones, la Vigorexia, la Ortorexia y algunos tipos de Obesidad además del
Trastorno de la alimentación No Especificado.
¿Cuáles son los factores de riesgo
de los TCA?
Un TCA (trastorno de la conducta alimentaria) es un problema que no
tiene una sola causa, las investigaciones nos muestran que intervienen factores
genéticos, biológicos, de personalidad, familiares y socioculturales en su
aparición. Y además debería de ser entendido, como ya he dicho antes, cómo una consecuencia de otros problemas emocionales. El problema no es no comer, si no lo que ha llevado a esa persona a dejar de comer o a tener comportamientos alterados en su alimentación que están provocando consecuencias nefastas para su salud.
Factores
biológicos:
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Factores
socioculturales:
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Factores
psicológicos:
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Acontecimientos vitales especialmente
estresantes:
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¿Qué hacer cuando se sospecha de la
existencia de un TCA?
Si tenéis cerca a alguien que
creáis que padece un TCA:
- Debemos
de valorarle y respetarle, coma o no coma. Y por supuesto, intentar
ayudarle.
- Se ha
de evitar cualquier tipo de enfrentamiento u obsesión en torno al tema de
la comida.
- Hay que buscar ayuda profesional y perseverar aunque no se obtengan resultados inmediatos.
- Conviene
asimilar que los TCA no sólo afectan al paciente, sino también a las
personas que le rodean.
- Es una
enfermedad que se cura si se ponen los medios adecuados. Cuanto antes se produzca
una intervención, más rápida será la mejoría.
- Recordar
que aunque las recaídas son frecuentes, el 70% de los pacientes terminan
curándose.
- Tener en
cuenta que uno de los problemas de esta enfermedad es que da al paciente
seguridad y estabilidad, aunque sean patológicas.
Y si crees que sufres un TCA, busca ayuda profesional y
sobre todo:
No pienses que todo está perdido. No estás solo en esto. Te animo a
acudir a un profesional y a salir de esta enfermedad. Si te lo propones, esta en tu mano acabar con esta situación. Aunque ahora no veas todo
lo que estos trastornos te limitan, necesitas ayuda.
Y si simplemente no te sientes a gusto con tu cuerpo y quieres bajar de peso o cambiar algo, ACUDE SIEMPRE A UN PROFESIONAL. Nutricionistas y psicólogos estaremos siempre dispuestos a ayudarte.
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